Somos una pareja de Ticino, Nathalie Weiner Zeli y Spartaco Zeli. Ambos tenemos alrededor de cincuenta años. No tenemos hijos por elección y vivíamos una vida tranquila y normal en nuestro querido Ticino. Decidimos en 2015 adquirir un apartamento en un lugar cálido incluso en invierno y casi por casualidad terminamos en la isla de Boa Vista, República de Cabo Verde. La isla nos gustó de inmediato: playas interminables, mar cristalino, pescado excepcional, gente sonriente y simplicidad de vida. Durante nuestra primera estancia, conocimos a Nerina (su dueño la llamaba Toquinha). Nerina nos acompañó durante todas nuestras estancias posteriores. Hasta mediados de marzo de 2016. A nuestra llegada, no nos dio la bienvenida como de costumbre. Cojeaba debido a un accidente automovilístico, con una herida en la espalda y madre de una cachorra de mes y medio.
Llegamos un viernes, la situación nos sorprendió… y el domingo ocurrió el desastre. La cachorra se había acostado debajo de un coche estacionado para protegerse del sol. Cuando el coche arrancó, la aplastó. Desde ese momento, Nerina y su cachorra, a la que llamamos Puce, ya no estaban solas en la calle. Spartaco y yo siempre hemos tenido animales. Siempre hemos sentido amor por ellos, pero a partir de ese preciso instante, nuestra vida cambió.