En el corazón del Atlántico, en la isla de Boa Vista en Cabo Verde, se encuentra un lugar que ha cautivado la imaginación de muchos viajeros: el Faro Morro Negro. Este faro, ubicado en el punto más oriental del archipiélago, representa el bastión de Cabo Verde más cercano al continente africano. Su imponente presencia se alza como un faro, literal y metafóricamente, guiando a los viajeros a través de las aguas cristalinas del océano.
A medida que te acercas, el oasis central de Fonte Vicente te recibe con sus imponentes baobabs, árboles centenarios que parecen contar historias de tiempos antiguos. Estos gigantes verdes son un símbolo de fuerza y longevidad, y ofrecen una sombra refrescante a los visitantes que desean descansar bajo sus frondosas ramas.
No muy lejos, el pueblo abandonado de Curral Velho susurra historias de tiempos pasados. Este pueblo, una vez próspero, yace ahora en silencio, pero sus ruinas hablan de una comunidad que una vez prosperó aquí. Paseando por sus calles desiertas, casi se puede escuchar el eco de las risas y las canciones que alguna vez llenaron el aire.
Para los amantes de la naturaleza, la salina natural y la playa de Ervatao ofrecen una experiencia incomparable. Mientras la salina brilla bajo el sol, reflejando mil tonalidades de blanco y azul, la playa de Ervatao invita a largos paseos por la arena dorada, con el océano acariciando suavemente los pies.
El camino hacia el faro es una aventura que no se puede perder. Atravesando los pintorescos pueblos del norte y Fundo das Figueiras, te encontrarás inmerso en un caleidoscopio de colores, con casitas pintadas vivamente y jardines florecidos. Y mientras viajas por la carretera «californiana», con su tierra roja y paisajes impresionantes, te sentirás como si estuvieras recorriendo un camino que te lleva al paraíso.
El faro de Morro Negro es un viaje a través de la historia, la cultura y la belleza natural de Boa Vista. Así que ponte tus zapatos de senderismo, toma tu cámara y prepárate para descubrir uno de los tesoros escondidos de Cabo Verde. Y recuerda, cada paso que das en la isla te acerca a una historia, una aventura y un recuerdo que llevarás contigo para siempre.